jueves, 27 de noviembre de 2008

Fuerte

Desde pequeña, decidió que iba a ser fuerte y se preparó para cualquier cosa mala que pudiera ocurrirle. Asumió por completo la posibilidad de caer enferma; imaginó mil veces que tenía un accidente; que sus padres morían jóvenes; que no conseguía trabajo; que no encontraba marido o que el que encontraba la cosía a palizas cada vez que llegaba a casa; pensó en unos hijos nada complacientes, rebeldes y abandonados a la droga; se hizo a la idea de una muerte lenta y cuajada por la soledad.
Pero nunca se le ocurrió que debía prepararse para una salud de hierro; la buena suerte al volante; unos padres también sanos y lúcidos; el trabajo que siempre había soñado; un marido desdenciente de los ángeles; unos hijos inteligentes y maduros; en fin, todo tan perfecto, que ni siquiera le sirvió haberse preparado para morir sola y lentamente, ya que murió cuando todos estaban en casa, y muy rápido, tanto como le permitieron las treinta pastillas que se tragó en dos segundos.

3 comentarios:

Toshiyano dijo...

Muy bueno, como siempre.

Es parecido al microrrelato con el que ganaste el diploma ayer (a ver si lo publicas para que tus fans podamos leerlo de nuevo).

Un besitoo :)

Israelem dijo...

Joe, eso sí que es morir de éxito ¿no? pero dicho con estilo.

Buena entrada.

Anonymous dijo...

Bueno, como decía el poeta: "La vida es sueño y los sueños...", ya se sabe. Está bien imaginar, está muy bien inventar, y sobre todo está muy bien soñar, porque a esos les pertenece el futuro. Ese futuro incierto del que a veces ni siquiera salimos en el "futuro del futuro", en el "mañana del mañana", en el que nunca sabemos si vendrá. A pesar del amor, del desamor e incluso de las 30 pastillas del poeta imaginario que una vez lo intentó y no lo consiguió, pero aún así sin conseguirlo hay que levantarse y volver a intentarlo. Siempre adelante, solo o en compañía, hasta el día del juicio que nunca llegará porque dicho juicio no existe mas que en la imaginación del "pobre", del "dómito", del absurdo.
Y poco mas, apenas nada mas...
Un bezaso de elapatrida